Un amor incondicional

Hace unas horas mi esposa y yo tuvimos una pérdida lamentable, un ser a quien amamos se nos fue tras una corta vida a nuestro lado.

Pata Pata fue un gatito que llegó a nuestra vidas el 10 de mayo, luego de decidir tener una mascota, fuí al centro de adopción para darle un hogar a un lindo felino. La conexión con Pata Pata fue inmediata, y tras hacer el registro y llenar los documentos necesarios, el minino llegó a nuestro hogar esa misma noche.

Esta maravillosa mascota arribó a nuestras vidas a llenarnos de amor, era un gatito hermoso, lindísimo, muy cariñoso. Nos enseñó a tener mucha paciencia pues era un bebe inquieto y jugueton.

Recuerdo que desde el primer día se acomodó a dormir en nuestra cama, entre ambos dormía con mucha holgura y nosotros teníamos mucho cuidado al girar o movernos porque ese pequeño siempre estuvo a nuestro lado.

Además debo decir que Pata Pata era un gato muy limpio, desde el primer momento hizo sus necesidades biológicas en su baño, no tuvimos problemas en esa parte.

Era muy jugueton, propio de un bebe, aún tenemos las marcas de sus garritas en nuestra piel, porque le gustaba trepar hasta nosotros subiendo por nuestras piernas y clavando su uñas en nuestra piel. Hoy sus marcas en mi piel me hacen recordarlo con mucho amor.

Algunos amigos cercanos a nosotros conocieron a Pata Pata y son testigos de lo amoroso que fué, de la misma forma fué un gatito muy querido, sobre todo por nosotros. Cada vez que nos veía regresar a casa, a mi prometida o a mi, corría hacia nosotros y nosotros hacia él, era una felicidad mutua volvernos a ver tras unos momentos de ausencia. No imaginan lo feliz que éramos nosotros al verlo comer, al tomar agua en su bebedero y volver a nosotros para seguir captando nuestra absoluta atención.

Para mi es impresionante como un ser tan pequeñito haya llegado a nuestras vidas por un corto tiempo (10 días) y nos haya llenado de amor, un amor puro, un sentimiento que descubrimos que es muy profundo y que nos llenó de honda tristeza con su partida.

Nos queda muy marcado el aprendizaje que nos deja, porque sé que vino ha enseñarnos algo muy importante, el amor puro e incondicional.

Pata Pata gracias por haber llegado a nuestras vidas, por habernos llenado con tu amor, por habernos hecho felices con tu presencia, y por haber sido nuestro maestro porque nos dejaste una enseñanza enorme y queremos que sepas que siempre estarás en nuestros bellos recuerdos. Adios Pata Pata.